Lo que te enseñaron los juegos de mesa sin darte cuenta

¿Recuerdas cuando eras chic@ y todos tus hermanos y primos, chicos y grandes,  se reunían alrededor de una mesa a jugar a la lotería, turista, damas chinas y los más sofisticados, al ajedrez?

 

Pues bien, sin darte cuenta, todos esos momentos te enseñaron cosas muy importantes.

Habilidades socio emocionales, de lenguaje y comunicación.

Uno de los aspectos más importantes a los cuales contribuyen los juegos de mesa, es en desarrollo de las habilidades sociales en los individuos.

Cuando somos pequeños, aprendemos a seguir reglas, esperar nuestro turno y respetar al contrario. Establecemos una comunicación en términos del juego, pero que enriquece nuestro vocabulario y la capacidad de emplearlo.

La interacción que ocurre entre los participantes, ayudan a modelar algunos aspectos relacionados con la tolerancia, la empatía y el liderazgo. Es a través de este tipo de actividades que aprendemos a comunicarnos con el resto de los individuos de la sociedad.

Conocimiento y pensamiento matemático

Otra de las cosas que sin duda te dejaron los juegos fueron muchísimos datos y conocimientos. Algunos juegos de ellos memorables como el maratón o las trivias, que llenaron tu cabeza de mucha información de diversa índole. Otros te acercaron a las ciencias y a las matemáticas, como el turista, monopoly o el parchís.

En el aspecto matemático, muchos nos apoyaron a construir estrategias mentales para contar, sumar o restar rápidamente. Algunos iban más allá, obligándonos a realizar multiplicaciones de 2 o más dígitos.

Plasticidad mental

Y es que los juegos de mesa no solo entretienen sino que nos enseñan muchas cosas muy variadas. Mientras aprendemos, nuestra mente se ejercita y crea nuevos caminos sinápticos con nuevos conocimientos o estrategias mentales optimizadas. 

Los juegos de mesa ayudan a la plasticidad mental, a entrenar la memoria visual, de corto y de largo plazo; incluso aquellos que incluyen cartas y piezas ayudan al entrenamiento de la motricidad fina.

Neurotransmisores

Pero lo más fascinante que quizá no sabías es que los juegos estimulan la creación y uso de varios neurotransmisores en el cerebro, como la oxitocina, la dopamina, la serotonina, las endorfinas y la adrenalina, responsables de los estados de ánimo.

La oxitocina por ejemplo, es la sustancia responsable del amor. Está involucrada en el aprendizaje y la memorización, el reconocimiento facial y el reconocimiento de las emociones en otros. Las endorfinas por su parte, regulan la motivación y el deseo y hace que repitamos conductas que nos proporcionan placer.

 

Por otro lado, la serotonina controla la actividad motora, la percepción y la función cognitiva; también participa en los mecanismos que rigen la ansiedad. Otro neurotransmisor, la dopamina, también participa en las sensaciones placenteras, la regulación de la memoria y en los procesos cognitivos y de aprendizaje. Sobre todo juega un papel importante en la toma de decisiones.

Por último, la famosa adrenalina es la hormona o neurotransmisor de las situaciones en las que tenemos que estar alerta y preparados, tanto física como psicológicamente. Está relacionada con la supervivencia, pero también existen estudios que sugieren un papel de la adrenalina a la hora de hacer que determinados aprendizajes queden consolidados en la memoria emocional, de manera que sea más fácil recuperarlos a largo plazo.

Los beneficios de aprender jugando

El juego es una actividad inherente al ser humano. Todos gozamos del juego y son las actividades iniciales en la vida de todos, a través de las cuales adquirimos los primeros conocimientos y aprendizajes.

Son muchos los beneficios que los juegos aportan en la vida de niños y adultos. Tanto para el desarrollo cognitivo y los procesos de aprendizaje, como para el desarrollo de las habilidades psico sociales. Ayudan a mejorar la comprensión y la capacidad de concentración y fomentan sentimientos positivos entre los participantes en actividades lúdicas.

En realidad, el juego una de las actividades más complejas que todos los seres humanos desarrollamos, en las que intervienen una gran cantidad de habilidades, emociones y situaciones en las que intervienen muchísimas áreas del cerebro y neurotransmisores, haciendo de la lúdica la mejor forma de aprender.

 

¡Todos a jugar!

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